Costa Occidental (Huelva)

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Localización

Listado de Municipios


Geografía e Historia

La Costa Occidental de Huelva es una comarca que está formada por los municipios de Aljaraque, Ayamonte, Cartaya, Gibraleón, Isla Cristina, Lepe y Punta Umbría. Es un territorio situado en el tramo final de la cuenca del Guadiana, abierto al Atlántico y fronterizo en su límite occidental con Portugal. Sus orígenes históricos se remontan a cinco milenios atrás con abundantes yacimientos y mantienen las mismas pautas cronológicas y culturales que los del Andévalo. Los asentamientos en el litoral tienen la mayoría de los casos origen en las actividades pesqueras, con la consiguiente transformación industrial salazones y comercio. Esta comarca posee un gran patrimonio natural, resaltando los Parajes Naturales de las Marismas de Odiel, Isla Cristina, Río Piedras y la Flecha del Rompido.

Marismas del Odiel

Este Paraje Natural se encuentra situado al sur de la provincia de Huelva, en la confluencia de las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel. El sistema funciona como un estuario donde los cauces de ambos ríos depositan al desembocar gran cantidad de sedimentos cargados de nutrientes. Éstos son la principal base alimenticia de las aves que pueblan este espacio natural. A su vez, este aporte continuo de sedimentos y la fuerza de las mareas generan islas separadas por extensos brazos de agua como la Isla de Enmedio, la de Saltés y la de Bacuta localizadas al Sur del enclave. Parte de su riqueza ecológica estriba en la variedad de paisajes que conforman este enclave. Desde marismas mareales, a lagunas como la del Batán y la del Taraje, pasando por la playa del Espigón o los bosques de El Almendral, El Acebuchal y La Cascajera. Al visitante le llama la atención su gran horizontalidad que le permite disfrutar del olor del salitre, de la brisa marina y de la espectacular llegada de centenares de aves que encuentran en esta marisma un lugar idóneo donde nutrirse y en muchos casos un entorno seguro donde poder nidificar. Uno de sus principales enclaves es la Isla de Enmedio, declarada Reserva Natural por albergar una de las mayores colonias de cría europea de espátulas, una especie en peligro de extinción. Además, un paseo por este Paraje Natural permitirá observar somormujos, cormoranes, flamencos, diversas especies de gaviotas y aves limícolas como archibebes, zarapitos y cigüeñuelas. Éste puede ser un lugar ideal para dar un agradable paseo en barco y disfrutar de cerca de todos estos valores. La producción de sal es uno de los aprovechamientos de los recursos naturales más interesantes de la zona. Las salinas de Bacuta son un ejemplo de usos tradicionales, mientras que las Aragonesas presentan un corte industrial. Además, la recolección de piñones, la apicultura, la ganadería, la pesca y el marisqueo forman parte de las actividades que el hombre ha realizado tradicionalmente en este Paraje Natural. Debido a la riqueza mineral, salina y pesquera de la zona junto a su estratégica situación geográfica, estas tierras fueron colonizadas por diversas culturas. Se cree que la antigua ciudad de Tartessos se asentó por estos parajes. De los romanos quedan restos de piletas de salazones de pescado y, de los musulmanes, el yacimiento arqueológico de Salthish, en la isla de Saltés; se trata de una importante ciudad que fue capital del reino taifa de los Baikríes en los siglos X y XI. Por último, para disfrutar de unas las magníficas vistas de la ría, se puede dar un paseo por el antiguo muelle de la compañía de Riotinto, que se construyó para embarcar los minerales que llegaban en el ferrocarril.

Marismas de Isla Cristina

El espectáculo de la diversidad ornitológica que se produce en este Paraje es el resultado de la mezcla de innumerables sonidos, formas y colores por la presencia de una amplia variedad de especies de aves que se alimentan, crían y nidifican en las marismas de Isla Cristina y Ayamonte. En bicicleta, a pie o a caballo se pueden recorrer los senderos que, partiendo de la cercana población de Ayamonte, discurren por estos entornos. Uno de ellos atraviesa la vía verde y llega hasta un antiguo molino mareal que se utilizaba para moler cereales y hacer harinas de pescado con los que se fertilizaban los campos aledaños. Desde aquí, el sendero se adentra en la marisma donde espera al visitante un encuentro con interesantes especies como la elegante avoceta con su pico curvado hacia arriba. También en este lugar habita la inconfundible espátula, cuyo pico tiene forma de cuchara y en la época de celo su extremo se torna amarillo. Estas aves se alimentan de moluscos, crustáceos y peces. Paseando en barco por la ría del Carreras es posible llegar a todos los puntos de este Paraje Natural y contemplar el esplendor y la magnitud del entorno.

Marismas del Río Piedras y la Flecha del Rompido

Este Paraje Natural se extiende en la desembocadura del Río Piedras, donde los aportes de materiales provenientes del cauce fluvial, junto con la influencia de las mareas, ha dado origen a un paisaje único, compuesto por un sistema de marismas y una particular formación arenosa de unos diez kilómetros, paralela a la costa y denominada flecha litoral. Además de servir de protección costera contra los azotes del Océano Atlántico, la vegetación cobija interesantes especies como el camaleón. Además de por la riqueza natural, el visitante quedará cautivado por el elevado valor paisajístico de este Paraje. La horizontalidad que presenta, junto con el predominio de colores de tonalidades suaves, hacen de él un lugar de inigualable belleza. Junto al patrimonio natural, esta zona también posee un importante patrimonio cultural. Fenicios, romanos y musulmanes colonizaron estas costas, dejando a su paso restos arqueológicos.

Municipios

En la población de Lepe, se pueden visitar lugares de interés como el Puerto del Terrón, de la época fenicia, y la Torre del Catalán, construida en el siglo XVI con objeto de evitar las invasiones turcas. Hoy día, la pesca tradicional junto con la afluencia turística y la agricultura de regadío, constituyen la base de la economía de la zona. Sus playas son de las más populares de la provincia. La Antilla, principal playa de Lepe, a menos de 5 kilómetros de la ciudad, se convierte en un gran espacio abierto al mar de más de 3 kilómetros de finas y doradas arenas. Con más de 3.000 horas de sol al año y un agradable clima, es el lugar idóneo para gozar de unas vacaciones en el sur de Andalucía. Los visitantes encontrarán una amplia oferta donde elegir: deportes náuticos, pesca deportiva, cursos de buceo y windsurfing son algunas de las opciones por las que el visitante se puede decantar. No olvide visitar su coqueto puerto pesquero y deportivo en la desembocadura del río Piedras, que conecta con el Atlántico. Sus empedrados suelos cubiertos de redes invitan a dar un paseo muy especial a pie de mar. Aquí podrá visitar el Aula Marina y su acuario junto al astillero y hacer recorridos por el río en barco. Desde el puerto se puede tomar uno de los barcos que realiza el recorrido fluvial por el Paraje Natural Marismas del Piedras y Flecha de Nueva Umbría. Como también ha de conocer su rica y variada gastronomía, donde se funden el mar y la huerta. Como municipio costero que es, proclamado a degustar una amplia variedad de pescados de mediano o pequeño tamaño (sardinas, caballas, acedías, boquerones, doradas, brecas, bailas, arañas, pijotas, róbalos...), moluscos y mariscos (gambas, almejas, coquinas...) llevadas directamente del puerto pesquero de El Terrón hasta el plato del comensal. La excelente calidad de las materias primas y el frescor de los productos, determina una forma de cocinar que no necesitó especializarse en salsas ni en una elaboración excesiva de sus platos, donde el pescaíto frito, asado, cocido o guisado con patatas, tomates, pimentón, son los platos esenciales junto con gazpachos, picadillos de tomates, potajes de garbanzos o el arroz con marisco y los guisos de carne de aves, borregos, chivos o cerdos. Muy típicos son los dulces, elaborados a base de harina, huevos y almendras, entre otros ingredientes. Entre éstos destacan la coca, el dulce de cidra con almendras, el dulce de calabaza y la perrunilla, elaboradas todas en épocas festivas. Fresas, fresones y naranjas, y últimamente frutas tropicales, completan el abanico gastronómico de esta tierra.

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