Historia:Santa Bárbara de Casa
Prehistoria
El poblamiento de Santa Bárbara de Casa se inicia en el Calcolítico, dejando como muestra el yacimiento de La Zarcita. Este enclave está situado al Oeste del pueblo en dirección a Paymogo. En sus inmediaciones, destaca el poblado fortificado, del mismo período, denominado El Cabezo de los Vientos (Piñón Varela, 1987), reforzado con bastiones. Fuera de la ciudadela existían chozas con hogares circulares y zócalos de mampostería dispuestos en torno a la plaza del poblado. El yacimiento abarca cuatro enterramientos:
- Cabezo del Molino, de cámara circular, rematada por una falsa cúpula y corredor
- Cabezo de la Suerte del Bizco, de estructura similar al anterior
- Charco del Toro, con 2,80 m. de diámetro, inscritos en un túmulo circular
- La Zarcita o Cabezo del Tesoro, enterramiento revestido de delgadas láminas de pizarra rectangulares cuidadosamente labradas.
Parece ser que esta comunidad estaba particularmente desarrollada. De economía básicamente rural, se relacionó con otras culturas, como lo prueba el hacha de cobre descubierta en el enterramiento de «La Zarcita».
Edad Media
Durante el dominio árabe, dejó patente la huella de su paso, en el término, como el castillo-fortificación en la finca Zurita.se incluye en la Cora de Niebla, hasta que Alfonso X conquista esta última ciudad tras nueve meses y medio de asedio en el año 1262. Más tarde, queda dentro de los dominios de la casa de los Guzmanes, que se inicia con don Juan Alonso Pérez de Guzmán, a finales del siglo XIV. Fue uno de sus descendientes, don Juan III de Guzmán (1436-1468), el que consiguió el título de duque de Medina Sidonia (1445) por haber defendido Sevilla. Este llegó a poseer tierras desde el Guadiana hasta Almonte, incluyendo a la futura Santa Bárbara, a pesar de los intentos de la ciudad sevillana por hacerse con la jurisdicción del Andévalo.
Edad Moderna
En el primer cuarto del siglo XV, el Campo del Andévalo sigue siendo un ámbito de colonización, pero la creación de nuevas poblaciones era difícil (Sancha, F., 1992). Por esta época se intenta poblar El Hornillo y Los Palacios, núcleos promotores de la futura «Santa Barvola», nombre dado a la villa tras la reconquista cristiana (Gordón y Rhustaller, 1992).
Sin embargo, los primeros datos escritos no aparecen hasta el año 1500, testimoniando que los vecinos de los lugares de «Los Palacios», «El Hornillo» y otros, a título particular, como Don Gonzalo Gómez, Don Domingo Martín y Don Diego Pérez, se dirigieron al Duque de Medina Sidonia y Conde de Niebla, en súplica, para que, siendo bastante numeroso el vecindario de dichos lugares, en donde vivían desde hacía más de 100 años, se les señalara una Dehesa alrededor del pueblo en la cual pudieran pastar sus ganados y hacer cercados para sembrar trigo (Anónimo, 1948).
El Duque envió al gobernador de la Villa de Niebla a señalar el término y dar cuenta a los pueblos limítrofes. En desacuerdo, protestaron ante el Duque y los descendientes de éste. Estos últimos hicieron el amojonamiento definitivo el 5 de diciembre de 1550, ordenando se llamase en lo sucesivo Santa Barvola. Este nombre derivó, en Santa Bárbara de Hornillos hasta el 12 de octubre de 1916 cuando se le dio la denominación definitiva de Santa Bárbara de Casa, en alusión al arroyo que pasa cerca del pueblo.
Muy pronto, Santa Bárbara de Casa tuvo que hacer frente a las constantes incursiones de portugueses que luchaban por su independencia. En 1643, el pueblo fue asaltado. saqueado y robado por los lusos, huyendo sus vecinos a la Sierra y regresando posteriormente en 1650. Por la persistencia de los saqueos volvieron a marcharse, ausentándose durante otros períodos.
Estas disputas también afectaron al ritmo de la economía, pues los Santa barberos sembraban cereales en las fincas de «Palladares» y «La Negrita», en el vecino reino de Portugal, el cual cerraba sus fronteras en tiempo de recolección y mientras los afectados conseguían un pase para recolectar, la cosecha ya se había perdido. Estos hechos políticos y económicos provocaron que toda la zona andevaleña se viera sometida a una sangrante despoblación.
El siglo XVIII fue de relativa prosperidad, dando lugar a un crecimiento de la población, cuyo decaimiento no se produce hasta finales del XIX. No obstante, la vida en el siglo dieciochesco no fue nada fácil, como lo prueba la persistencia del contrabando, que a veces conllevaba la aparición de muchos bandidos y delincuentes. Las reales órdenes testimonian esta situación. Así, en 1754 se dictaron órdenes «contra contrabandistas y malhechores» (A.M.S.B., leg, 21).
Edad Contemporánea
En el siglo XIX, según cuenta Madoz (1845), Santa Bárbara pertenecía al Partido Judicial del Cerro, pero la renta se administraba desde Puebla de Guzmán. La población, ccn 640 habitantes, se sitúa a la izquierda del arroyuelo Ilamado Casa, sobre una pequeña colina. Santa Bárbara contaba con 168 casas, una aduana de 1ª clase con Portugal, un posito, una escuela de instrucción primaria y una iglesia parroquial bajo la advocación de Nuestra Señora de la Piedad.