Origen del Vino de Manzanilla
El profesor sevillano Don Lutgardo García, confirmón con una tesis documental en Asamblea de la Asociación Española de Americanistas celebrada en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), que la localidad de Manzanilla (Huelva) es el origen de la denominación del vino sanluqueño. (Diario de Jerez, jueves, 19 Mayo de 1988).
El origen de la denominación del vino de Sanlúcar, la Manzanilla, viene de la localidad onubense de mismo nombre, de donde procedían los caldos que posteriormente se criaban en la localidad donde desemboca el Guadalquivir. Con esta afirmación, el catedrático sevillano antes citado resumía su tesis confirmatoria de otras hipótesis surgidas anteriormente sobre el origen de la denominación del afamado vino sanluqueño. García Fuentes abría así el primer ciclo de ponencias de la asamblea de la Asociación Española de Americanistas.
El profesor sevillano confirma con datos comprobados las hipótesis que sobre tal extremo realizaron, en 1942 Pedro Barbadillo, y en 1975 el francés Francis Fourneau.
Los vinos de la zona de Manzanilla, Campo de Tejada o del Condado de Niebla, viniesen a Sanlúcar buscando su comercialización en Indias y un itinerario más corto y menos costoso que el de Sevilla.
De esta forma, estos vinos serían tratados y criados en Sanlúcar, lo que le daría fama universal. El profesor tiena completa certeza de que el vino de Manzanilla sólo se daba en Sanlúcar y el producto final era sanluqueño enteramente. Aunque este dato no está confirmado, la tesis se inclina a que el vino que llegaba a Sanlúcar era nuevo.
Para hacer estas y otras afirmaciones, el profesor García Fuentes se basa en un material documental, del cual sobresale un expediente del archivo de Aznalcázar en el que se recoge un pleito entre esta localidad y el compador Baltasar Vergara. En el testimonio de todos los testigos se confirma la existenica del “puerto de las nueve suertes”. “en el que de ordinario se cargaban grandes cantidades de frutos de la tierra de muchos lugares de esta comarca” y que este hecho era conocido por los administradores del puerto en Sevilla. Los vinos de Manzanilla estuvieron presentes en el tráfico indiano desde los albores del descubrimiento. Los datos del profesor sevillano señalan que en las carabelas de Juan Aguado se cargaron 360 arrobas entre mosto y fino adquiridos den al localidad de Manzanilla a un precio de 31 a 45 maravedíes la arroba, y este hecho se repitió otras veces. En uno de los casos, que sostiene la tesis, queda demostrado que el itinerario más corto para llegar a Sevilla era tomar el camino del “puerto de las nueve suertes” cercano a Sanlúcar.
Otro dato que confirma la tesis es el de que dos de los dueños sevillanos de viñedos en Manzanilla en el siglo XVIII, Francisco Esquivel y Teresa Rejón, cargaban sus vinos en Sanlúcar. El maś poderoso de los testimonios es el de que en el siglo XVIII, con el comercio de Indias en Cádiz, los productos de la tierra embarcan en el río Guadalquivir por el punto más cercano su lugar de procedencia.
Estos datos, según el profesor sevillano, no cuestinan la fuerza del viñedo de Sanlúcar, y su procedencia de la locualidad onubense de Manzanilla “no le resta importancia a Sanlúcar, sino todo lo contrario. El mérito de la localidad estuvo en tomar un vino de baja calidad y transformarlo en único.
Asimismo, para el profesor “con estos datos se demuestra la identidad propia de los vinos de Sanlúcar, pues la manzanilla es completamente diferetne al resto de los finos, por su olor, color y sabor”.
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