El Artillerito (Villanueva de los Castillejos)
Es el cante o tonaílla típica en las localidades de El Almendro y Villanueva de los Castillejos, integrantes de la dura comarca onubense de El Andévalo Occidental, acostumbrándose a interpretarlas, principalmente, durante la celebración de la romería en honor de Santa María de Piedras-Albas, patrona de ambas localidades, y cuya ermita se encuentra enclavada en el paraje denominado Prado de Osma del término municipal de El Almendro.
Esta fiesta profano-religiosa se celebra a continuación de la Semana Santa, comenzando el mismo Domingo de Resurrección y concluyendo el Miércoles, siendo el día principal el denominado Martes de Pascua.
Hemos de decir que su origen es incierto, no habiendo escritos que puedan decirnos a ciencia cierta en qué época y por qué de su nacimiento.
Por el contenido de su "estribillo", parece ser que pudo surgir con motivo de algunas de aquellas guerras del siglo pasado o anterior, quizá con motivo de las guerras contra el invasor francés, la denominada "Guerra de la Independencia", ya que esta zona, como paso obligado hacia la frontera portuguesa, fue muy castigada y testigo de muchas y crueles batallas durante toda la contienda, y en especial allá por el año 1811, entre las tropas del general Castaños y las francesas.
La métrica es bien sencilla, componiéndose con estrofas de cuatro versos de ocho sílabas (octosílabos) de rima alterna (abab), un estribillo de cuatro versos de cinco sílabas (pentasílabos), también con rima alterna, acabando con un añadido o tarareado final. Estas cancioncillas van, en su mayoría, dedicadas al caballo, protagonista principal de la romería, ocupando la mujer otro espacio de gran importancia, aunque siempre secundario. Sin embargo, también se le canta con ellas a la Virgen, aunque es de suponer que en su inicio fuesen el caballo y la mujer los únicos destinatarios de "Los Artilleritos". He aquí algunas de las estrofas utilizadas en las tonaíllas:
Dedicadas al caballo
Mi caballo y mi mujer se me murieron a un tiempo,
mi mujer Dios la perdone,
mi caballo es lo que siento.
Mi caballo se saltó la tapia de tu corrá.
Entró gordo y salió flaco, tú no l'echaste cebá.
Mi caballo me costó dos mil doscientos doblones,
y mi mujer me costó dichos y amonestaciones.
Ya mi caballo no bebe agua de ningún reguero,
que mi caballito bebe agua de un cubito nuevo.
Yo a mi caballo le eché hojitas de limón verde.
No se las quiso comé, mi caballo se me muere.
La carrera de ayer tarde la ganó la jaca mía,
y el concurso de belleza lo ganó la novia mía.
¿Pa qué quiero más grandeza?
Yo tengo un caballo bayo que se muere por las yeguas,
y yo como soy su dueño me muero por las doncellas.
Dedicadas a Piedras-Albas
Frente a la Cabeza el Buey donde está la más bonita,
la que alegra el corazón, la que toas las penas quita.
Frente a la Cabeza el Buey donde está la más bonita,
la que alegra el corazón, la que toas las penas quita.
¡Esa es la que quiero yo!
La Virgen de Piedras-Albas la que más altares tiene,
no hay un hijo en este pueblo que en su pecho no la lleve.
Quien pase por Piedras-Albas y no le rece una Salve,
no es cristiano ni andaluz, ni es español a su sangre.
A cada estrofa, como ha quedado dicho, se le añade el estribillo que sigue:
"Artillerito", tira la bomba,
y al caballito dale que corra,
leren, leren.