Historia de las Cruces de Mayo de Bonares
Las Cruces de Mayo de Bonares se celebran generalmente en la 3ª semana del mes de mayo en honor a las 12 Cruces del Pueblo. El origen de esta fiesta, que tiene un gran arraigo popular, se atribuye a José María Carrasco, quién en 1798 fue nombrado alcalde pedáneo de Bonares.
En los festejos, que tienen lugar durante tres días, hay una verbena popular, una romería (conocida como el Romerito) y la procesión de las 12 Cruces.
Las Cruces
Para hacer un recorrido histórico sobre la festividad de las Cruces de Mayo en Bonares, tendremos que remontarnos a la segunda mitad del siglo XVIII. Por entonces, el lugar de Bonares, pertenecía a la jurisdicción de la Villa de Niebla y de su Condado; recayendo el título de Conde de Niebla en la persona de D. Francisco de Borja Álvarez de Toledo, Osorio, Gonzaga, Pérez de Guzmán el Bueno; Marqués de Villafranca, Duque de Medina Sidonia y grande de España de primera clase.
Según un documento de la época, firmado por dicho Conde de Niebla y fechada en Madrid a 19 de diciembre de 1798, podemos constatar el nombramiento de Gaspar Camacho y de José María Carrasco, como Alcaldes Pedáneos de dicho lugar de Bonares. A este último, José Mª Carrasco Vega, es a quien se le atribuye la decisión de hacer una Cruz similar al madero de la hornacina situada en el rincón frontal a la escalera de acceso a la Sacristía de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, para que todo el pueblo la venerara y admirara en el centro de la plaza del Ayuntamiento.
Según cuentan nuestros antepasados, la Cruz se adornó con gasas plateadas y con flores, y durante los días de fiesta, por la tarde, las mozas bailaban a los sones del piano que el citado Alcalde colocaba en el zaguán de su casa (situada en la plaza del Ayuntamiento).
A esta Cruz Matriz se la llamó del Rincón. En aquel tiempo la única Cruz, era la única que existía, y se situó, desde entonces, en el soportal del Ayuntamiento; en el lugar donde actualmente se contempla respetando la tradición durante estos últimos siglos de existencia. Así, esta Cruz se convierte en una Cruz de Resurrección y de alegre festividad, diferenciándose de la Cruz de Pasión de la cual procedía, situada en la hornacina del mencionado rincón de la iglesia: principio y fin del Vía Crucis que solía realizar por todo el pueblo llegada la Semana Santa.
Tras la Cruz del Rincón, surgieron en cada calle o barrio, según aumentaba la población de Bonares y se consolidaba esta fiesta, las distintas cruces que, por orden de antigüedad, vemos cada año en procesión; siendo la primera, la de aparición más reciente (1936). Y se sumaron las cruces de las calles: Higueral, El Pozo, Larga, Las Cuatro Esquinas, La Fuente, Cruz de la Calle Misericordia, Cruz de la Calle Nueva, Cruz de la Calle Arenal, Cruz de la Calle El Pilar, Cruz de la Calle San Sebastián y Cruz de la Calle Triana.
Todas ellas se ornamentaban antiguamente, en las habitaciones de las casas con colchas y mantones de Manila; posteriormente, se revestían estas habitaciones con telas de raso de distintos colores representativos de cada Cruz: desde las distintas gamas de rosas, color predominante, hasta el amarillo, pasando por el verde agua marina, azul cielo o celeste. Colores que se mantienen en la decoración de las actuales capillas.
El Romerito
El popular Romerito se celebra el tercer sábado de Mayo, esta romería es posterior a la celebración de las Cruces. El primer Romerito se organizó en el año 1911, por la Cruz de las Cuatro Esquinas.
Esta popular romería tuvo etapas de apogeo y declives. La primera interrupción fue en los años 1930 hasta el año 1945. Pero fue en 1958, cuando el entonces Alcalde D. Julián Guzmán Prieto, convocó a las Mayordomas de las Cruces para que nuevamente se organizara esta celebración. Fue la calle del Pozo, tras la elección por sorteo popular, quien lo organizara de nuevo, siguiendo cada año su celebración por orden de antigüedad.
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