Ermita de la Soledad (Huelva)

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Vista de la Ermita de la Soledad, de Huelva, en uno de los desfiles procesionales de Semana Santa.

La Ermita de la Soledad de Huelva se encuentra en el centro histórico de esta ciudad, muy cerca de la plaza y de la iglesia de San Pedro Apóstol

Historia

Difícil de precisar su fundación, en su origen esta ermita debió estar dedicada al apóstol Santiago, tras la reconquista cristiana de la ciudad; algo lógico de creer, ya que durante esta época (siglo XIII, en tiempos de Alfonso X el Sabio), la orden de Santiago tuvo un protagonismo muy importante.

Se trata de una construcción que data del siglo XVIII, pues en las crónicas de la ciudad y tras el terremoto de Lisboa de 1755 se habla de las escasas alteraciones sufridas en ella.

Tras múltiples cambios de uso y circunstancias, su rehabilitación se inició en el año 1992 hoy es sede de la Hermandad del Santo Entierro, que aloja en esta ermita sus tallas procesionales, entre las que destacan el Cristo Yacente, cuya cabeza es anterior a 1936, la Virgen de las Angustias, de 1958, y la Virgen de la Soledad, de 1944 , tallas del escultor León Ortega.

Diversidad de usos

A lo largo de su historia esta ermita ha tenido diferentes usos.

Así, desde el siglo XVII fue sede de la Cátedra de Latinidad y Gramática creada por don Diego de Guzmán y Quesada; en el año 1854 pasaría a ser hospital, y más adelante, hacia el año 1869 pasó a ser propiedad del ayuntamiento, a partir de lo cual quedó abandonado, hasta que en 1880 se crearon unas escuelas cristianas, cuyas obras se continuarían hasta 1885.

Años más tarde la ermita pasó de ser academia y lugar de ensayo de la banda municipal a albergue de transeúntes, hasta principios de la década de los 80 cuando, recuperado por el obispado de Huelva, se decidió demolerlo en su totalidad debido a su estado de abandono, propuesta muy controvertida, gracias a lo cual se conservó lo que sin duda hoy es uno de los edificios religiosos más antiguos de la ciudad.

Ermita

Lo que hoy se puede ver es una pequeña iglesia barroca con planta rectangular, de una sola nave y tres capillas laterales. Su aspecto exterior es muy sobrio debido a su reciente reconstrucción y a las diversas funciones a las que ha servido a lo largo de su historia. Destaca su portada de acceso, rematada superiormente por una pequeña espadaña.

Su única nave se cierra con una cabecera plana, teniendo en su zona del presbiterio una cripta de planta cuadrada con acceso en rampa, que ha sido usada como última morada de don Pedro de Guzmán y Quesada y su familia.

Bibliografía

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