Coto Real
Desde los tiempos de Alfonso X el Sabio gran parte de las tierras marismeñas, donde se asienta la aldea El Rocío (Almonte), fueron acotadas, concepto adquirido en tiempos de los Guzmanes, condes de Niebla y duques de Medina Sidonia.
La práctica venatoria en aquellos parajes desolados fue, durante siglos, una divertida ocupación del mundo de la caballería, de la nobleza de esta parte de Andalucía y del rey.
La cetrería con halcones y azores, las técnicas de montar a la jineta, la montería a caballo y garrocha o con venablo a pie y las armas de avancarga, se hicieron habituales durante las temporadas de caza de la nobleza, que celbreban opíparos banquetes recordados en alos anales por la cantidad de invitados y viandas ofrecidas, verdaderos festines pantagruélicos en medio de la naturaleza brava. Huidizos jabalíes de afiladas navajas, ciervos de no mucha cuerna y, más recientemente los introducidos gamos, a más de liebres, conejos y aves de toda clase estuvieron en el punto de mira de la gente de alcurnia, la que podía participar junto al rey de tales divertimentos en el Coto Real.
Principales editores del artículo
- Enke (Discusión |contribuciones) [2]
- Fátima (Discusión |contribuciones) [1]