Corpus Christi (Hinojos)
Candidato a "maravilla de Huelva"
Categoría:folklore y tradiciones
El Corpus de Hinojos es una fiesta típica de la localidad, se celebra el domingo siguiente al Jueves del Corpus -de fecha variable, según el calendario eclesiático-.
Para esta ocasión, todas las calles del centro de la localidad, se recubren de eucalipto las fachadas y el suelo de romero, así como otras plantas aromáticas. Por ellas, procesiona la Custodia el domingo por la mañana, precedida por autoridades y niños que en ese año han realizado la primera comunión.
Descripción
El día anterior, sábado, hay una velada, con consumiciones a precios populares amenizadas por actuaciones. Tras la procesión, en garajes, casas particulares y lugares de reunión, Hinojos celebra uno de sus días grandes.
- Organización
En la organización participan tanto los vecinos como el Ayuntamiento. Los vecinos adornando las entradas de sus casas y colocando verdaderas obras de arte en minicapillas en las calles por las que pasará la procesión; el ayuntamiento, por su parte, aporta el grueso de vegetación con la que se engalanan todas las calles del centro de la localidad, eucaliptos, romeros y flores naturales de la zona, además de encargarse de la colocación y posterior retirada de eucaliptos y flores, a la mayor brevedad.
- La procesión
Durante la procesión, la Custodia es portada por jóvenes cuya única condición para poder llevarla es estar libre de pecados en el momento de hacerlo, es decir, haber recibido la comunión esa misma mañana. La custodia va precedida por representaciones de todas las Hermandades locales, representantes institucionales, y los niños vestidos de comunión que la hayan realizado ese mismo año. Realizan un breve recorrido, todo el cubierto de romero y flores aromáticas y las fachadas de las casas recubiertas de eucaliptos, dejando solo la puerta de entrada donde realizan sus propietarios arcos con flores muy vistosos.
García Barbeito ha escrito sobre él:
«Lejos de las fiestas hermanas en simpleza que son tan frecuentes en cualquier provincia, hay pueblos que han sabido mantener su personalidad folclórica por encima de modas advenedizas que han hecho de las costumbres populares una seriada pobreza muy iluminada pero sin sabor. Eso tan importante en todo, el sabor, es lo que ha ido perdiéndose en lugares que hasta ayer la impronta popular fue haciendo cultura sencilla y honda. Fiestas que ayer apenas eran únicas por su peculiar estética y maneras de entenderlas, son hoy un calendario festivo ruidoso y común en el que el tiempo no envejece porque no tiene donde. Había oído hablar del Corpus de Hinojos, ese pueblo que no pierde lo que de sevillano tuvo antes de que Isabel II lo hiciera Huelva no en una permuta. Conozco Hinojos y sé de su centro único en toda la zona, de su belleza sencilla, del impecable blancor de su estrechez callejera, de la hermosa mezcla que resulta, en la luminosa plaza principal, la torre almenada de la fortaleza hecha una con el mudéjar magnífico de la parroquia de Santiago. Pero no conocía el Corpus. Sé que hay otros lugares en el Condado donde lo celebran tanto, pero no sé si resulta tan bellísimo como en Hinojos. La primera impresión al entrar--hay que entrar al paisaje del Corpus de Hinojos-- es la de una sevillana Santa Cruz vegetal. La cal se hace verdor pespunteando de azules,pajizos, amarillos, rojos, en un cuadro sin parangón hecho estación de reverencia en los bellísimos altares dispuestos en las distintas calles. Ramas de eucalipto que barbean los aleros de los tejados, espadañas acostadas sobre esas ramas, apretura de helechos, lentisco, piñas secas, espigas,flores de adelfas, biznagas, hinojos.... el campo conquistado el pueblo para rendirle honores al Dios callejero del Corpus. Y entre ramas, hermosos y sencillos arcos de flores para señalar la entrada de las casas. Calles alfombradas de romero que perfuman al alba como un paseo por el pinar. En la mañana dura de un sol de domingo que baña de oro la admirable Custodia, estandartes y rezos, niños vestidos de primera comunión y un pueblo que ha sabido sostener, altísima, una tradición con sabor único. No he visto Corpus más bello, ni mas sencillo, ni más del pueblo: nada viene de ningún sitio que no sea Hinojos. Todo queda dentro con el sabor de quienes han aprendido amando lo que hacían. Que nadie, ni una reina, permute jamás esa belleza.»[1]
Galería de vídeos
El Corpus, en 2010, en la ermita de la Soledad (Hinojos) |
El Corpus, en 1979 |
Referencia
Localización
Situación de la Iglesia de Santiago el Mayor, de Hinojos, donde se guarda la Custodia y de donde parte la procesión del Corpus
Enlaces
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