Calle Don Juan Díaz (Zalamea la Real)

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La Calle Don Juan Díaz, llamada en un principio calle Real, no se alargaba hacia el este más allá de la salida de la actual Plaza Talero. Con este nombre, C/ Real, la encontramos en un testamento recogido en el legajo 900, correspondiente a 1571, de Ana Vázquez, mujer legítima de Juan Caro, dejándole a éste una casa que linda con las calles Real y Caño.

En 1800 aparece la calle Real habitada por 9 vecinos. Todavía, en 1888, va a conservar su nombre, a pesar de que muchas calles van a cambiarlo en este año. Pero en el pleno del 28 de enero de 1894, los miembros del Ayuntamiento acuerdan por unanimidad honrar a los hijos ilustres de la villa y bautizan a la calle Real “con el de D. Juan Díaz González, a quien se debe la fundación de la Escuela pública de niños.” Uno de sus extremos, hacia 1929, la travesía que une la Avenida de Andalucía con la calle de El Caño, por el norte, llevó el nombre de calle Maura. En la actualidad, y habiéndose perdido el nombre de calle Maura, sigue llamándose calle de Don Juan Díaz González desde la Avenida de Andalucía hasta el inicio de la calle de Las Fuentes.


Construcciones más relevantes

  • El almacén o economato de la Compañía de Riotinto: Dicha dependencia se trasladó de la calle El Caño a la actual calle Huelva y desde aquí, al número 6 de la calle Don Juan Díaz González, hasta su definitivo cierre a finales de la década de los sesenta.
  • El Jardín: Para la construcción del grupo escolar solicitado entre las calles Conde de Gomar, y Don Juan Díaz González, el proyecto del arquitecto Don Manuel Pérez González contemplaba la compra o expropiación de tres edificios; el primero dificultaba el acceso a la Calleja de las Escuelas (hoy, calle del Huerto) y los otros dos estrechaban sobremanera la confluencia de las calles Padre Gil, Tejada y Don Juan Díaz. Las casas se adquirieron y el proyecto se llevó a cabo, ahora bajo la dirección del arquitecto municipal Don Moisés Serrano Mora. El grupo se inauguró el solar de las dos últimas casas adquiridas
  • Altozano: a finales del siglo XIX, la antigua calle Real era un paraje casi intransitable desde la confluencia con la Plaza Talero, debido a la irregularidad de los cercados por su lado sur y a las construcciones más o menos legales realizadas por los vecinos de la calle Cantarranas que querían tener salida por sus puertas traseras a esta zona, construyendo altozanos individuales que ocupaban la aún no bien definida vía pública.
  • Teatro Ruíz Tatay: Entre los gastos municipales recogidos en acta del 20 de noviembre de 1931, consta una partida de 102 pts, Pagadas a Don Manuel Matías Lorenzo por tres funciones de cine público dadas en las noches de feria de septiembre; pero las películas se pasaron al aire libre, pues aún no estaba construido el local al que nos referimos. Posiblemente, fue entonces cuando se fraguó el proyecto de su construcción por parte de una sociedad limitada con vista a su explotación.
Se recibe un escrito, el 16 de junio de 1932, pidiendo unos tablones y borriquetes al ayuntamiento para “el andamiaje de la obra que están realizando para la construcción del Teatro en esta villa”. Las obras finalizaron y se inauguró el Salón en 1933. La construcción presentó desde el principio graves defectos, tanto de humedad como de elevación de cimientos y, posteriormente, mobiliario inadecuado e incómodo y sonoridad deficiente. Defectos de lo que adoleció hasta su definitiva clausura, en 1988, pero que llenó de nostalgia y agridulces recuerdos a toda una generación zalameña de posguerra.
El edificio ha sido adquirido por el ayuntamiento y hoy restaurado, modernizado y bautizado como Teatro Municipal Ruiz Tatay. En esta nueva época, se han sucedido en su escenario actuaciones artísticas de máxima categoría mundial.
  • Panificadora: Nació en 1958, como un proyecto cooperativista llevado a cabo por los cinco propietarios de panaderías que en ese año desarrollaban su actividad profesional en la localidad.

Localización

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Bibliografía

  • Calles de Zalamea. Historia de su desarrollo urbanístico

Editorial Nonplus Zalamea, huelva, España Adriano Gómez y Vicente Toti

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