Tejada la Vieja (Escacena del Campo)
Candidato a "maravilla de Huelva"
Categoría:obra social
Tejada la Vieja fue fundada por los tartessos. Los poblados que predominaban en esta época eran los pequeños asentamientos dispersos formados por cabañas y dedicadas básicamente a actividades agropecuarias. Sin embargo, la intensa actividad metalúrgica que se desarrolla en esta zona y el comercio que genera, desembocan, en el S.VIII a.C., en la construcción de una importante ciudad que se convierte en centro comercial y de distribución de mercancías desde las zonas mineras. Tejada la Vieja, emplazada sobre un cerro, dominaba el acceso desde la costa a una importante zona metalúrgica centrada en la obtención, manipulación y comercialización de la plata, el cobre y el plomo. Algunos de estos yacimientos han permanecido hasta nuestros días, como las Minas de Río Tinto y Aznalcóllar. Desde Tejada la Vieja se transportaba el mineral hasta el río Guadiamar, entonces navegable, y de allí, hasta la costa.
Las dimensiones del recinto amurallado así como la existencia de la propia muralla nos indican la importancia de este enclave, que alcanza su máximo esplendor gracias a los contactos comerciales y culturales con pueblos orientales venidos desde el mar, fundamentalmente los fenicios.
El mayor auge se detecta durante los siglos VII-VI a. c. de cuya época aparecen piezas de cerámicas a torno de origen fenicio, que contrasta con la cerámica bruñida que fabricaban los habitantes indígenas. Debido a este desarrollo económico, el asentamiento llega a convertirse en ciudad organizada. En la segunda mitad del S.VI a. c., sufre una crisis económica y sus habitantes abandonan la ciudad para irse a sitios más favorables como Tejada la Nueva.
Uno de los elementos más característicos de este importante yacimiento lo constituye la muralla que lo rodea, que está parcialmente excavada y es visible en varios puntos. También se identifican calles sin pavimentar, delimitadas por manzanas de edificios divididos en habitaciones cuadrangulares, con muros de pizarra o caliza.
Se pueden distinguir cimientos de algunos edificios de carácter público o almacenes, tahonas u hornos de pan, pequeños silos y una estructura que podría ser un lavadero de minerales.
Toda esta arquitectura hace pensar que Tejada no sólo fue un poblado, sino que también llegó a ser una ciudad organizada cuya economía alcanzó gran auge en los s.VII y VI a.c. gracias al comercio con los fenicios.
Ubicada en una meseta con tres terrazas al borde de la sierra, Tejada ocupa una extensión aproximada de 6.5 Ha. Limita al norte con el río Corumbel y se localiza en un punto estratégico, bien comunicado con la costa y con las explotaciones mineras de Río Tinto y Aznalcóllar.
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- Loliescobar (Discusión |contribuciones) [6]