Leyenda Aparición Virgen de Clarines

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Leyenda Aparición Virgen de Clarines

Cada ciudad, cada uno de nuestros pueblos, cada aldea, tiene una historia, una leyenda que se ha ido transmitiendo de padres a hijos a lo largo de los siglos. En Beas, la leyenda más trascendente es la de la aparición de la Virgen de los Clarines, hoy en día Patrona del pueblo de Beas. Es en el año 1714, cuando es recogida por escrito por primera vez por Fray Felipe de Santiago.

Cuenta la leyenda que allá por por el año 1300, un hombre llamado Juan Bautista García, se encontraba pastoreando su ganado en el campo, cuando de repente, oyó a lo lejos tocar unos clarines. Juan movido por la curiosidad, fue caminando siguiendo la melodía, al llegar al lugar de donde le parecía oír los clarines no vio nada, sin embargo, en uno de esos días, encontrándose el pastor en el lugar donde creía haber oído la música, de repente, exclamó:

- ”Válgame la Virgen Santa María” y oyó que le decía:

- “Yo soy contigo Juan Bautista, acércate” y levantando la vista vio la Sacratísima Imagen y adorándola con lágrimas en sus ojos, decía:

- “Señora, de dónde a mí tanta dicha!

y hablándole la Señora dijo:

- “Anda y dile a todo el pueblo que construyan aquí un templo, que será amparo de esta tierra”, y replicó:

- “Señora, dirán que es mentira” - “Anda y toca en mí esa mano y quedará sana y limpia”.

El hombre era manco de la mano derecha y tenía llaga hasta el brazo, y llegando, con toda su dolencia y devoción quedó sano.

Juan Bautista entró en el pueblo dando voces y emocionado, con lágrimas en los ojos, contando el milagro que había presenciado. Al oírle todo el pueblo se conmovió y fue conocido y atestiguado el milagro del que todos fueron partícipes.

A raíz de este hecho todos adoraron a la Sacratísima Virgen María y el pastor, Juan Bautista, hizo una escultura, dándole por nombre Clarines, debido al sonido que oyó y que procedía del lugar de donde ocurrió todo.

Según cuenta la leyenda, la Virgen estaba sentada y llevaba al Niño en su brazo izquierdo, el cual, a su vez, portaba un libro en sus manos.

En el años 1936 y a consecuencia de la Guerra Civil española, la imagen de la Virgen es destruida, por lo que posteriormente hicieron una nueva escultura en el año 1938, a manos del imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci. Esta es la imagen que hoy en día encontramos en la Ermita de Nuestra Señora de los Clarines construida para ella en la aldea beasina que recibe el mismo nombre que la Virgen Clarines.


Ya en el Siglo XIV se tiene constancia de las primeras referencias documentales relativas a sus santuario y a su festividad.

Aumentando la popularidad de su celebración en los siglos XVII y XVIII, en estas fechas ya se tiene constancia de las existencia de una celebración campestre entorno a la imagen de la Virgen. Incrementándose aún más entorno al año 1930 coincidiendo el 15 de agosto con la festividad nacional de la Asunción de la Virgen, de esta manera se amplia la romería durante los días 14, 15 y 16 de agosto, manteniéndose así hasta la actualidad.

Hoy en día, sigue siendo una de las principales romerías de la provincia de Huelva, donde acuden cada año entre 4000 y 5000 personas.

Se cuenta, que en su día compitió, según crónicas de aquellos años con la conocida y popular Romería del Rocío.

Juan Alonso , conde de niebla, a finales del Siglo XIV deja en su testamento una donación para el Santuario de la Virgen de Clarines, esto nos lleva a pensar la gran devoción que ya existía en todos los alrededores y más concretamente en el Condado de niebla entorno a la imagen de la virgen, tal era así, que en ocasiones y para combatir las epidemias de la Peste y de la Sequía que tanto acechaban por aquella época, la imagen era trasladada desde su ermita hasta la capital del condado (Niebla). Curiosamente y según cuentan los antiguos testimonios la devoción a Clarines está muy vinculada al mundo del mar.

En abril de 1594, Francisco de Vides, vecino de Trigueros fundó la ciudad de Nuestra Señora de los Clarines en tierras de las actual Venezuela, que hoy está hermanada con el municipio de Beas

Han sido muchas las ocasiones en las que se ha podido observar la vinculación con el mudo del mar, afirmándolo así el párroco Francisco José de Heredia “la Señera es muy amante de favorecer a los navegantes”.

Cuentan que una ermitaña del lugar observaba que cuando algún navegante visitaba el santuario de la Virgen aparecía brumas o nieblas en la ermita.

Hoy en día, en torno a la Virgen de Nuestra Sra. de los Clarines y alrededor de su Santuario se ha ido creando una de las aldeas que componen la Villa de Beas, en este paraje además de ser el lugar de la celebración de la romería también ya son muchos los habitantes que viven de forma continua y permanente en el lugar, aumentándose considerablemente la población durante los días de la festividad. Estos son días en el que el pueblo prácticamente se trasladan a la aldea, para compartir con familiares y amigos la devoción a la Virgen, así como la enorme hospitalidad que el pueblo de Beas demuestra siempre hacia el forastero, haciéndolo partícipe de sus tradiciones y costumbres populares. Cada año, el último fin de semana del mes de febrero se celebra “Clarines el Chico” en recuerdo de un gran terremoto sucedido en la provincia que destruyó gran parte la ermita. La Hermandad de Nuestra Sra de los Clarines es la encargada junto con gran parte del pueblo de Beas, y de forma totalmente desinteresada y voluntaria de la organización, construcción, elaboración y gestión del Belén viviente de Beas, gran sustento este para el mantenimiento de la imagen de la Virgen, de su ermita y de la Romería.

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