Las construciones defensivas
LAS CONSTRUCIONES DENFESIVAS
Aunque en la serranía onubense aparecen vestigios de construciones defensivas pertenecientes al periodo Calcolítico y de la época romana, será en la Baja Edad Media cuando la arquitectura militar tendrá un gran desarrollo, tanto en la época almohade, cuando se levantan fortificaciónes como las de Aroche, Almonaster y Zufre, algunas de ellas sobre restos romanos, como en fechas posteriores, al intesificarse el blindaje de la frontera entre los reinos de Castilla y Prtugal con el cinturón defensivo denominado "la Banda Gallega" que dejó un sello patrimonial en numerosos pueblos de la zona, DE las fortalezas islámicas que se conservan, el viajero encontrará en Almonaster la Real un castillo de la época califal que ha sufrido numerosas transformaciones y en la actualidad se halla muy deteriorado, resultado interesante su visita, por encontrarse integrado en esplendido conjunto que forma junto a la mezquita y la vistosa plaza de toros, construida en el año 1891 en el patio de la antigua fortificación. En Aroche, el castillo se levanta en la cumbre del cerro que domina la población, adscribiéndose su cronología, según los historiadores, al periodo almorávide o incluso al califal, con importantes reformas cristianas. Esta fortaleza se convirtió en el elemento más emblemático de la población arochena y llegó a ser, a partir del siglo XIII, la punta de lanza del sistema defensivo de la comarca. Sus muros albergan desde 1809 una plaza de toros, donde actualmente se celebran espectáculos taurinos en agosto. El castillo de Aracena, donde secún una investigació arqueolgica parece cada vez más probada la existencia de una fortaleza islámica anterior,se crea a partir de la conquista cristiana, teniendo una gran inportancia estratégica. Aunque el recinto amurallado se encuentra muy deteriorado, en su interior destaca la construción de la iglesia del Mayor Dolor, atribuida durante siglos a los tenplarios. Bajo el cerro donde se emplaza la fortaleza se encuentra la Gruta de las Maravillas, entre tesoros ocultos y viejas leyendas. En lo alto del cerro que domina la localidad de Cala, los arabes construyeron en torno al siglo XII un pequeño castillo que fue reconstruido por los cristianos para defensa de la ciudad de Sevilla y las sucesivas contiendas con Portugal. El castillo de Cortecana, mandado a reconstruir por Sancho IV en el siglo XIII, es uno de los edificios más emblemáticos y atractivos de la localidad, no sólo por el destacado papel defensivo contra los portuqueses, sino también por el buen estado arquitectónico del baluarte, considerado como el mejor conservado de la provincia, lo que permite la celebración de exposiciones y otros actos culturales
En Cumbres Mayores,un muro almenado de diez metros de altura y tres de espesor va formando con sus ocho lados un impresionante castillo en lo más alto de la localidad, que fue mandado a construir en 1243 para la defensa de los ataques lusitanos. Alli, los cunbreños, aprovechando las piedras y sillares construyendo muchas de sus casas y almacenes que aún se conservan alrededor de la muralla.
Otra muralla artillera de la misma época que las anterioes se encuentran en la vecina localidad de Cumbres de San Bartolomé, dentro del casco urbano, habiendo sido restaurada recientemente para permitir ciertos usos taurinos y culturales. A 15 kilometrosde este enclve, en las proximidades de la carretera que une La Nava y Encinasola, quedan los restos del castillo de Torres, erigido sobre un cerro que domina el valle del Múrticas como fortaleza de vancuardia frente a la inestable frontera, encontrándose en la actualidad abandonado y en proceso de destrución. Cercana a la raya portucuesa, la fortificación de Encinasola muestra sus restos embutidos entre las edificaciones que lo han absorbido, siendo visible sólo una de sus torres cuadradas.Fue pieza estratégica de vanguardia durante los conflictos con Portugal, hasta que fue seriamente afectado por la Guerra de la independencia.
Otro de los castillos de mayor intéres para el visitante se encuentra en Santa Olaya, en cuyo cerro se enplaza una una fortaleza cristiana construida a finales del XIII, que sufrió un fuerte impacto arquitectónico al ser utilizada como cementerio. Fue un punto clave como elemento de control de la Via de la Plata. Por ultimo, cerrando el valle intraserrano de la Rivera de Huelva, se encuentra la fortificación que protegió la antigua población musulmana de Zufre, de cuya muralla se conserva la Torre de la Harina, y otros restos almenados, que se usan hoy como privilegiados miradores de la sierra.
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