Historia de El Granado
Existen datos que hacen suponer que el hombre ya estaba presente en esta zona desde periodos prehistóricos. Sabiendo sin duda la presencia romana y musulmana. Su origen más cercano se relaciona con la concesión de privilegios al señorío de Gibraleón, que era el más antiguo del Reino de Sevilla. Fue donado al Infante Alfonso de la Cerda por D. Fernando IV.
Esta localidad se consolidó en 1547 con Mª Teresa de Zúñiga, que dona las tierras de las dehesas Boyal y de las Veras para explotación con Sanlúcar de Guadiana. Así se comenzaron las primeras construcciones artístico-religiosas, entre ellas la Iglesia Parroquial en Honor a Santa Catalina y también en el siglo XV la Ermita de la Santísima Trinidad de estilo gótico-mudéjar.
Las tierras no eran muy fértiles por lo que la población se dedicó a las agricultura de cereales, vides y naranjos. en el siglo XIX, la economía sufre un cambio por la explotación de la mina de manganeso de Santa Catalina y con la construcción del puerto de La Laja, donde llegaba tanta manganeso como minerales traídos en ferrocarril desde otras minas. Esto volvió a cambiar con la crisis económica de la minería en los años 1950-1960, volviéndose a la dedicación agropecuaria y produciéndose una disminución de la población a la mitad.
En la actualidad, la economía de El Granado reside en el sector primario principalmente, ya que la mitad de la población activa se dedica a agricultura, ganadería o diversas labores forestales. En la ganadería se destaca las cabañas ovinas y caprinas. La construcción tiene el segundo puesto en la ocupación de la población. El sector servicios no está muy especializado, solo cubre las funciones básicas. El futuro de la economía está encontrando dos nuevos caminos: la energía eólica y el turismo rural.
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