Danza de los Palos (Villablanca)

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7maravillas de Huelva2.png Candidato a "maravilla de Huelva"
Categoría:bailes y cantes

La Danza de los Palos es un centenario baile que, durante numerosas generaciones, transmitido de padres a hijos, rinde pleitesía a Ntra. Sra. de la Blanca, patrona de Villablanca.

Es uno de los bienes culturales más importantes de nuestra localidad, y forma parte íntima e indisoluble de la idiosincrasia de este pueblo situado entre la costa y la montaña.


Descripción

Villablanca, de su historia, del testigo de su cultura y del andar de un pueblo y a la vez referente y cuna del Festival tomamos como base la Danza de los Palos de Villablanca.

Danza pastoril sólo interpretada por hombres que data en torno al siglo XVI, si bien su origen, entre el mito y la realidad, al parecer nace antes que la propia fundación de la que en principio se denominó Puebla de Santa María de la Blanca, sin saberse bien su origen, salvo por la leyenda que está contada más abajo. Durante siglos, año tras año esta danza es bailada delante de la Imagen de Ntra. Sra. de la Blanca, patrona de la localidad. La fuerza y tradición de esta danza se puso a prueba con su continuidad, pese a la Real Cédula de Carlos III que prohibió la danza en cualquier procesión y función eclesiástica.

Ha sido gracias a la tradición de padres a hijos, la pervivencia valiosa de esta reliquia antropológica. Se trata en esencia de una danza interpretada por hombres y dirigida por un “manigero” que marca el ritmo de las nueve mudanzas o cambios. En la primera se simboliza el encuentro entre los pastores; siendo destacable otro cambio en el que los danzantes entrecruzan los palos para que, en otros tiempos, pasasen por debajo los Marqueses de Ayamonte. En el último cambio, los ejecutantes danzan de rodillas en prueba de máxima adoración a la Virgen.

La indumentaria está compuesta por pantalón de terciopelo azul marino que cubre hasta las rodillas, camisa blanca, faja de color rosa con bordados multicolores, medias blancas y zapatillas negras. Al cuello lucen un pañuelo de cachemira, y en la cabeza un bonete descubierto que ciñe las sienes, forrado de rojo, adornado con flores de almendro y cintas de varias tonalidades que cuelgan sobre las espaldas. Con las manos hacen sonar los palillos y mueven unas varas arqueadas, decoradas con cintas y lazadas.

La leyenda que se comentaba antes, transmitida de generación en generación cuenta que en el s. XV un pastor de Lepe que apacentaba su ganado en el campo, vio una paloma blanca sobre un olivo, se acercó y la cogió con la intención de llevarla a su casa, sin que opusiera la menor resistencia. Pero en el camino la paloma desapareció. Volvió al mismo lugar y la paloma estaba en el mismo olivo. La cogió nuevamente y en el camino volvió a desaparecer. Al volver a aquel lugar no encontró la paloma, sino una efigie de la Virgen María, blanca como aquella paloma que le sirvió de mensajera. Al enterarse los vecinos en la cercana aldea, levantaron una ermita en aquel olivar. La imagen fue conocida por el nombre de Virgen de la Blanca.


Reconocimientos

La Danza de los Palos sirvió de inspiración y origen al Festival Internacional de Danzas de Villablanca, declarado de Interés Turístico por la Junta de Andalucía.


Localización

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Galería de imágenes y vídeos



Bibliografía

Toda la información ha sido obtenida del Ayuntamiento de Villablanca y de su página web.

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