Carta de una madre a un Danzante
CARTA DE UNA MADRE A UN DANZANTE (Hinojales)
Tu sombrero con las cintas de colores, los colores del arco iris sobre tu cabeza, emblema la alegría, pasión y orgullo que moverá el viento al ritmo de vuestra danza. Y por último, mi niño, las castañuelas, para fabricar música al son del tambor.
Hoy es primera cita, hijo, tu otra madre te llama, y yo te visto para ella, y dicen que si le miras mientras danzas, verás como te sonríe, sonrisas de fe, que te alegrarán la mañana y la vida.
Hijo, antes de que te vayas, quiero que sepas que estas lágrimas de mi cara no son de dolor, son de esperanza. Escucha niño, escucha mis palabras, y recuerda pequeño, que el ser danzante, se lleva en los pies que bailan, en las castañuelas que suenan, en las cintas de tu sombrero que mueve el viento, pero sobre todo, se lleva el el alma, escucha su música hijo, y seguro que no fallaras.
... Ya suena el tambor por la esquina, ya comienza la danza.
Esta poesía anónima se publicó en la revista de las fiestas de Hinojales en 2007.
Principales editores del artículo
- Esanchez (Discusión |contribuciones) [3]
- Pilarr (Discusión |contribuciones) [1]
