Carnaval de Aroche
EL CARNAVAL DE AROCHE
Después de la II República desaparece Don Carnal apostado en la sede del olvido. Ya en el año 1990 y a manos del Centro de Adultos comienza una nueva etapa carnavalera donde el alma festivo arocheno se vuelve a disfrazar con una máscara distinta y a la cual (a los cuales) debemos este nuevo resurgir.
En el 90, la dirección de Centro de Adultos deciden hacer un pasacalles por muchos de los rincones pintorescos de nuestro pueblo para después actuar los diferentes grupos en un escenario que se monta en la plaza (en la misma puerta de la Casa Consistorial que a la misma vez hace las veces de camerino). El impacto es muy positivo porque a partir de ahí empieza a gestarse una criatura diferente en el embrión lúdico-festivo de nuestro Arucci.
Corre el año 91 y ya tenemos hasta pregonero. Expédito Vázquez Tejero (a partir de aquí se suceden los pregoneros habiendo lagunas algunos años). Las actuaciones son en el mismo lugar, la noche del viernes; pero el pasacalles se cambia al sábado dando el respido deseado a las agrupaciones que tienes mas tiempo para digerir las carnestolendas (el año anterior fue un sábado cargado de emociones, coplas y copas), un acertado cambio.
En el 92 es más estructurado y se busca un local dónde las inclemencias meteorológicas no hagan mella en el afanado público y se encuentra para tal menester los bajos de la actual terraza del “Grajo”, antigua discoteca G-G y actual Pub la Barbacana.
A partir de estos años los locales de actuación fueron diferentes tales como: discoteca Ica, cochera Martín Duarte y el extinto Instituto antes de convertirse en el salón Félix Lunar que también ha servido para acoger las copillas de las diferentes agrupaciones quedándose pequeño para tal aglomeración de personas. A todos ellos un agradecimiento enorme porque sin ningún altruismo hicieron posible que el carnaval no decayera.
Es complejo ir año por año y carnaval por carnaval esgrimiendo anécdotas y sucesos ya que nos atreveríamos a dejar muchos recuerdos en el rincón de la memoria y consecuentemente no es correcto.
Grupos como Los Zagales son la Polla, El Pacharán, Los Bebés, los niños de Los Charros Mexicanos, cuartetos inolvidables, la Asociación de Mujeres vestidas de zorros (esta agrupación es posterior) nombres de otros grupos que en los 90 estuvieron ahí, haciéndole un guiño a la historia y que corren el riesgo de habitar en el dichoso rincón antes mencionado.
Tenemos un bajón después de años de plenitud y aparece la imperecedera juventud que viene con su Peña del Lugano para reavivar ese fuego en decadencia y nos divierte con un nuevo estilo y animándonos a recoger el testigo que muchos dejaron en el camino. En ello estamos... con los Catalíticas, los Gambrinus.....
Palabras, pasodobles, cuplés. y popurris cargados de humor y de ironía han hecho de las coplas una carcajada extensiva y no malintencionada, porque el escenario fue siempre el apoyo donde reivindicar una burla sana, donde buscar el personaje en cuestión y donde decir que la verdad tiene dos máscaras: la Real y la Ficticia, la Tristeza y la Fantasía.
Nuestro carnaval supo defenderse de las agresividades que los modelos de sociedad imponemos: la principal la económica, por eso uno de ellos se denominó con calidad de origen “El carnaval de la crisis”, por circunstancias monetarias.
Disfrazados de gurumelos, de políticos, de un viva la vida, disfrazado de disfraz, Aroche hizo del pasacalles su principal protagonista y a él se aferró, sabio en sus defectos y virtudes para conseguir como las aguas que parten desde un venero para convertirlas en el cauce de ese multicolor escenario que es la calle. El pasacalles no necesita de palabras porque en el baúl de nuestra imaginación siempre aparece el espíritu del Aroche carnavalero para engrandecerlo cada año más. La libertad de ofrecerse tal como uno es, se le podría definir con el adjetivo de pasacalles.
Hemos tenido bailes con orquesta, con disey como se dice ahora y siempre nos dio igual porque en el baile todo se ve con mas colores porque las gafas que usa los síntomas de la “embriagadez” termina por soñar con unas sábanas blancas donde soltar el maquillaje y mañana dios dirá. La dichosa barra que siempre tiene la culpa.
Tanto ha crecido la criatura que la cuna le quedó tan “chiquinina” que no hubo mas remedio que buscarle una carpa para regocijo de sus papás arochenos. La carpa fue un acierto al cubrir la demanda existente y colmó las expectativas de relación precio-calidad para reunir en un mismo lugar a todas las personas que buscaban divertirse. Exitazo en ideas y compromiso y volvemos a repetir lo de sin altruismo para conseguir ql gigante esfuerzo de reunir en una noche carnavalera a más de mil personas y además de traer agrupaciones de Punta Umbría, Cartaya, Cortegana, ate y para redondear una afamada chirigota de Cádiz.
La salchicha de aguardiente es un producto típico, obviando los tópicos en nuestro pueblo. Se creo un funeral sedenfadado “el entierro de la salchicha” cortejo de viudas y viudos para quemar tan preciado emblema y darle el relevo a la cuaresma... después degustábamos se apreciado sabor a la barbacoa con un tímido, adiós Don Carnal. Esa tradición se perdió y no estaría mal recuperarla. Creemos que con el esfuerzo de todos el camino se andará y para que se consiga contamos contigo Aroche.
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